¿Trabaja en una instalación en la que hay polvo combustible? ¿Cuáles son las cinco cosas más importantes que tendría en cuenta para garantizar la seguridad contra incendios, deflagraciones y explosiones de polvo?
En junio de 1998, el elevador de grano DeBruce, en aquel momento el mayor del mundo, sufrió las trágicas consecuencias de una explosión de polvo de grano. Siete trabajadores murieron y otros diez resultaron heridos. Si le puede pasar al más grande y al mejor, le puede pasar a cualquiera. El polvo combustible supone una grave amenaza para la seguridad de los trabajadores y el funcionamiento de las instalaciones. Pueden producirse incendios, deflagraciones y explosiones de polvo potencialmente catastróficas si el polvo alcanza una concentración suficiente y entra en contacto con una fuente de calor que lo inflame. A continuación se exponen cinco consideraciones clave para gestionar el polvo combustible de forma segura:
Si hay polvo en sus instalaciones, debe analizarlo para determinar su nivel de combustibilidad. Un laboratorio autorizado puede realizar la prueba por usted. También debe realizar un análisis del riesgo de polvo (DHA). Este análisis identificará y evaluará los riesgos de incendio, deflagración y explosión asociados a los polvos y partículas sólidas de sus instalaciones. Mediante la realización de un DHA, puede adquirir un conocimiento exhaustivo de los riesgos que plantean los polvos combustibles y aplicar las medidas de protección contra explosiones adecuadas. Una persona cualificada debe llevar a cabo una DHA y usted debe documentar todos los resultados. La norma 652 de la NFPA (que se consolidará en la norma 660 de la NFPA) ofrece orientación sobre los aspectos fundamentales del polvo combustible.
Dependiendo de lo combustible que sea su polvo, hay una serie de medidas de seguridad que debe seguir para cumplir las normas y directrices del sector. Algunos de los principales organismos reguladores, normas y directrices son OSHA, la NFPA, CCPS y ASTM. Le recomendamos que consulte la OSHA y las directrices locales para identificar todos los reglamentos y normas que pueden aplicarse a sus instalaciones y procesos.
A menudo, las deflagraciones y las explosiones se deben únicamente a la acumulación de polvo. Más vale prevenir que curar, y muchos riesgos de explosión pueden mitigarse con un buen mantenimiento y medidas preventivas. Mantenga una ventilación adecuada, instale colectores de polvo o sistemas de tratamiento del aire, asegúrese de que todos los equipos están bien mantenidos, realice inspecciones y limpiezas rutinarias de las zonas propensas a la acumulación de polvo y reduzca las emisiones de polvo fugitivo. Esto puede reducir la probabilidad de que se produzca una explosión de polvo y minimizar el impacto en caso de que se produzca. Al desarrollar y aplicar prácticas de trabajo seguras, puede crear una cultura de seguridad en su lugar de trabajo y también reducir la probabilidad de que se produzca una explosión de polvo.
Las medidas de protección contra explosiones incluyen la extinción activa de incendios y sistemas pasivos como paneles de explosión, respiraderos sin llama y válvulas de aislamiento.
La formación de los empleados es un componente crítico de la gestión segura del polvo combustible. Todos los empleados deben recibir formación sobre los peligros del polvo combustible, los procedimientos adecuados de manipulación y almacenamiento, los protocolos de respuesta ante emergencias y la importancia de seguir prácticas de trabajo seguras. Al proporcionar una formación adecuada, puede asegurarse de que los empleados conocen los riesgos asociados al polvo combustible y pueden tomar las medidas adecuadas para evitar una explosión de polvo. OsecoElfab ofrece formación sobre protección contra explosiones en la industria del polvo a granel, centrándose específicamente en nuestra área de especialización, los paneles de explosión y los respiraderos sin llama. Póngase en contacto con su representante local de OE para obtener más información.